jueves, 21 de noviembre de 2013

FALTAN CINCO PARA LAS DOCE UN CINCO DE NOVIEMBRE.

A propósito de la tradicional práctica, la famosa alborada navideña, llevada a cabo cada 30 de Noviembre en Medellín en vísperas del tan anhelado mes de la alegría y animación; quiero hacer una referencia comparativa con otra tradición cultural, similar en algunos aspectos, llevada a cabo el 5 de Noviembre en el pueblo de Lewes, sureste de Inglaterra.

Ambos eventos tienen en sus orígenes incluidos la muerte y la delincuencia. En Medellín porque nos recuerda la cultura mafiosa y traqueta a la cual estamos ya acostumbrados y en Inglaterra porque les recuerda el intento fallido de asesinato de su rey en el siglo XVII a manos de un extremista católico llamado Guido Fawkes. El lema Inglés de dicha fecha traducido sería algo como: "Recuerda recuerda el cinco de Noviembre, pólvora, traición y complot. No veo alguna razón por la que deberían ser olvidadas la pólvora y la traición".

El lugar más concurrido de esta celebración es Lewes, un pueblo pequeño de apenas 15 mil habitantes ubicado a una hora de Londres. Es famoso porque no solo durante esta fecha, sino durante todo el año, se llevan a cabo actividades por parte de las llamadas Sociedades de la Antorcha. (Bonfire Societies) y el fruto de todo un año de su trabajo se refleja en esta particular noche.

La noche empieza con un desfile por la calle principal del pueblo, donde cada sociedad tiene la oportunidad de demostrar sus elegantes disfraces, pancartas y mensajes alusivos a la libertad, temas políticos y muchas veces hasta religiosos. Entre cruces quemadas, bengalas y cerveza, cada persona carga su propia antorcha, mientras que alguien los sigue arrojando pequeños petardos a sus pies. El humo y el ruido así como los ríos de gente no parecían incomodarle a las madres desfilando con sus bebes de brazos, usando unos curiosos protectores auditivos en sus orejas, no por el frio, sino por el ruido tan impresionante de los petardos y pólvora estallando por todas partes.


Las diferentes sociedades se dividen en varios grupos en las partes altas del pueblo y se preparan para el plato principal: La quema de la gran antorcha seguida por un espectáculo de fuegos artificiales de media hora. La competencia entre los organizadores de las diferentes sociedades es conocida ya que cada uno quiere hacer la antorcha más grande o los mejores fuegos artificiales para atraer a más gente.


Terminado el espectáculo y entre barro y gente apurándose para encontrar transporte, me encontré en las esquinas con los mismos miembros aún disfrazados, haciendo sonar un balde gigante lleno de monedas pidiendo donaciones para la celebración del próximo año.

Su celebración, que en mi concepto poco sentido tiene, pero que culturalmente es la más importante en Inglaterra, es una buena excusa para quemar pólvora y fuegos artificiales, mucho mejor que la de dar la bienvenida al "mes más feliz del año".





lunes, 18 de noviembre de 2013

Entrevista a mi amigo árabe.


Primero que todo Badr ¿Qué haces en Inglaterra?
Soy estudiante de maestría en Computers Science en la Universidad de Brighton. Toda mi vida he sido un aficionado a la tecnología, hice mi primer curso de computación a los cinco años y desde eso toda mi vida ha girado en torno a eso. Terminé mi carrera en mi país y vine a Inglaterra a estudiar inglés.

Si viniste a estudiar inglés, ¿Cómo terminaste haciendo un postgrado en una Universidad Británica?

Desde un principio ese fue mi plan, pero debo admitir que no fue fácil. Dejé mi trabajo y el poco dinero que logré ahorrar lo invertí en este viaje. Mientras estudiaba inglés, apliqué a la universidad y debido mis buenas calificaciones en mi pregrado y a mi resultado de mi examen de inglés, la universidad me dio una oferta de aceptación incondicional.
Eso suena bastante fácil para mí. ¿No?

Esa no fue la parte difícil. Estudiar en una universidad Británica es increíblemente costoso, incluso para los mismos ingleses. Empecé a buscar patrocinio y becas en todas partes, llegué a aplicar hasta por 5 diferentes becas en diferentes organizaciones: bancos, el gobierno, entidades privadas e incluso la misma universidad.
Supongo que es el gobierno el que al final te está apoyando económicamente ¿verdad?
No, estas totalmente equivocado. Ninguna de estas opciones dio resultado. En un punto me encontré yendo de vuelta para mi país con la oportunidad de estudiar pero sin el dinero para hacerlo. Sin embargo sucedió lo que yo llamo un milagro. Conocí a un profesor de la universidad que junto con algunos de sus amigos, todos ingleses, se ofrecieron a ayudarme con la estadía durante mis estudios.
Es decir que no tienes que pagar por vivienda, sin embargo, ¿Cómo haces para pagar los derechos de matrícula?
Debido a esa oferta, empecé a buscar por todos lados el dinero prestado. No vengo de una clase económica alta y mi familia no tenía ese dinero, así que volví a tocar las puertas en el gobierno de mi país, esta vez para pedir el dinero prestado. Había un programa de préstamos educativos en el cual yo estaba beneficiado y no me había enterado. Se trataba de un incentivo en reducción de intereses en un préstamo para los estudiantes que sacaron los mejores puntajes en las pruebas de calidad de la educación superior. Sin embargo debido a un error en una base de datos y a la burocracia de la entidad estatal, no pude reclamar el beneficio. Finalmente obtuve el crédito pero tengo que pagar de vuelta y con intereses.
Bien, pero si se trata de tanto dinero, ¿Cómo piensas pagarlo devuelta?
Tengo que trabajar para poder pagar mis estudios y mi comida. Al ser un inmigrante puede llegar a ser imposible conseguir trabajo aquí. Por ahora solo he podido conseguir siete trabajos informales.

¿Siete trabajos?
Sí, Soy Limpiador, trabajo en un ropero en un club, vendo tours para una compañía, hago jardinería, construcción, reparto volantes y arreglo computadores y celulares. Sin embargo al ser trabajos no calificados no alcanzo a reunir la mitad de un salario mínimo al mes.

 ¿Te queda tiempo para estudiar?
La verdad no mucho, puedo asistir a las lecturas, pero poco puedo dedicarme a revisar. Los trabajos me toca hacerlos en las madrugadas cuando no trabajo. Pero el sacrificio vale la pena, cuando tienes un sueño y una meta, tienes que luchar por ellos.

La historia real detrás de esta entrevista se originó al encontrarme con Badr, un compañero de universidad  de Arabia Saudita que todos los días veía sentado en Starbucks tomando café de camino al trabajo. La realidad es que aunque mis rasgos físicos se pueden confundir con los de un árabe, soy colombiano y soy yo el que fue  entrevistado.  El verdadero Badr, no trabaja, su gobierno le paga sus estudios y le gira £1200 al mes para sus gastos. Al terminar nuestra maestría, el tendrá que regresar a su país que invirtió todo ese dinero en él, para que el invierta sus conocimientos allá. Yo por el contrario, lo que quiero es encontrar un trabajo aquí para invertir en el país que me dio la mano.